Texto cortesía Blog 20 minutos.- Si habitualmente soy partidario de hacerlo todo con nuestras propias manos, cuando se trata de regalos para personas importantes ni les cuento.
Y papá seguramente se merece todos nuestros mimos, así que exploremos nuestras habilidades, y regalémosle un susto muy especial:
¡Un cargador de móvil monstruoso!
Dando una vuelta por el mundo DIY he encontrado este proyecto muy bueno por lo que papá tendrá en la oficina un accesorio de última generación… infantil. Y es realmente fácil de fabricar. Aquí está la lista de materiales:
-Tejido que imite a la piel. Compra un rectángulo de aprox. 15x20cm. También puedes reciclar la piel de algún muñeco o manta vieja, si lo prefieres.
–Fieltro, de aprox. 7x7cm.
-Ojos móviles, puedes encontrarlos en tiendas de manualidades, papelerías o grandes almacenes.
-Tijeras.
-Arcilla de modelar para niños.
-Un cutter o punzón.
-Pegamento fuerte.
-Un adulto echando una mano con las partes delicadas (cutter y tijeras) nunca está de más, dependiendo de la edad de los niños.
Primero, la forma de la cabeza
Básicamente, nuestro monstruo será una gran boca como la de la foto. Es mejor no hacerla demasiado delgada, para que aguante con fuerza la dura vida de la oficina. Debe tener forma de cuña para que el móvil pueda introducirse ligeramente en su boca… ¡será su guardián!
Una vez lista la forma, le haremos el agujero por el que pasará el cable con las tijeras o un cuchillo de plástico: lo bastante abierto como para que los extremos del cable quepan sin problemas.
Después, el peluche
Toca envolver el cráneo de arcilla de nuestro monstruo en su correspondiente capa de piel. Como si envolviéramos un regalo desde la parte de atrás, todas las esquinas deben terminar dentro de la boca. No pasa nada si queda un trocito sin cubrir, recuerda que después pondremos el fieltro como paladar, y lo tapará por completo. Podemos fijar la piel a la arcilla en algunos puntos con el pegamento fuerte, para asegurarla y que no se mueva.
El agujero para el cable
Dándole la vuelta a la cabeza, le haremos una apertura con el cutter asegurándonos de que el cable pasa perfectamente por él. Eso sí, cuidado con echar el cable a perder embadurnándolo con arcilla húmeda: cúbrelo antes con film de cocina para protegerlo.
Rematando la boca
El trabajo está casi terminado, pero aprovechando que la arcilla está aun ligeramente moldeable, probemos cómo encaja el móvil dentro de la cuña. Con cuidadito… ¿perfecto? Pues adelante con el trocito de fieltro para el paladar: cortamos un círculo y le practicamos una hendidura –una línea recta de unos 3-4cm.- en el centro para que el cable pase por él.
Volved a probar que pasa sin problemas. ¿Bien? Pues ahora solo queda pegar el fieltro al interior de la boca con el pegamento fuerte. Y los ojos. Y, si os atrevéis, incluso unos terroríficos dientes de fieltro para que nadie se atreva a tocarle el móvil a papá.
¡Y listo! Dejad descansar vuestra obra de arte “sentada” para que se endurezca, durante el tiempo que indique el fabricante de la arcilla.
Y, señoras y señores, ha nacido un auténtico monstruo. ¿Qué os parece este pequeño proyecto? ¿Verdad que es una fiera adorable?
